El
trauma en la defensa de los animales no es un tema que haya sido
discutido con demasiada frecuencia, pero son varias las razones por
las que debe tener una consideración central. Muchos defensores de
los animales han experimentado algún trauma personal. De hecho,
para muchos de nosotros, nuestras experiencias personales de abuso e
injusticia son las que nos han ayudado a desarrollar la idea de
que debemos luchar por evitar que cualquier criatura indefensa sufra traumas y abusos innecesarios. Cuando uno experimenta
traumas y abusos, es más probable que sea sensible al trauma
experimentado por otros y luche por conseguir justicia para los
oprimidos.