Muchas de las
teorías que relacionan actualmente la neuroanatomía y la
neurofisiología con la cognición y el comportamiento se
desarrollaron hace una generación o más, a pesar de haberse llevado
a cabo en los últimos años una gran cantidad de investigaciones
significativas. Está claro que muchas suposiciones hechas sobre los
animales y los humanos ya no son válidas. Por ejemplo, las imágenes
por resonancia magnética funcional (IRMf) ofrecen resultados al cabo
de unos segundos, mientras que los fenómenos cerebrales ocurren en
milisegundos. Por lo tanto, los intentos de correlacionar con
precisión los eventos cerebrales regionales con los eventos
cognitivos son imperfectos y "la brecha entre los circuitos y el comportamiento es demasiado amplia".