La relación de los humanos con las abejas
se ha caracterizado siempre por la incongruencia. Por un lado, se muestra una
abierta fascinación por estos insectos con motivo de algunas de sus cualidades,
tales como la fidelidad, la lealtad, la cooperación, el orden o la disciplina. Las
abejas han inspirado cantos, cuadros y poesías, y su imagen ha servido como símbolo de, por ejemplo, comunistas, capitalistas, anarquistas, católicos, protestantes, mormones, judíos, hindúes, musulmanes, monarcas, o republicanos.