martes, 5 de noviembre de 2019

Culturas animales


Todos los estudios conductuales realizados con animales cautivos resultan sospechosos. Incluso las moscas y otros insectos se comportan en condiciones experimentales de manera diferente a como lo hacen en su hábitat natural. Pero algunos animales son extremadamente difíciles de estudiar en libertad, en especial cuando son mucho más rápidos que nosotros, como las aves, o cuando son capaces de esconderse hábilmente de nosotros, lo que es aplicable a muchos. La mayoría de los animales saldrá corriendo cuando los humanos traten de observarlos, por lo general con buen criterio. Aun así, los estudios recientes demuestran una gran evidencia respecto de la existencia de cultura entre los animales.

En lugar de aceptar la dificultad de comprender las sociedades de los animales salvajes, la suposición conveniente es que los humanos son superiores a todos los demás animales. Pero, ¿es así?

Hace poco, Mark Bekoff y yo escribimos un artículo en Psychology Today sobre el cerebro de los pájaros, las lagartijas y las abejas, demostrando capacidades avanzadas en cerebros muy pequeños y carentes de córtex. Estos animales tienen estructuras cerebrales completamente diferentes de las de los humanos un tronco encefálico que realiza las funciones del hipocampo y la corteza frontal utilizando neuronas similares a las humanas. 

Muchos de los talentos y comportamientos de los animales superan las capacidades humanas. Un ejemplo lo hallamos en la capacidad que tienen las abejas para volar a lo largo de muchas millas de terreno recordando puntos de referencia con precisión. Otro ejemplo lo es su facultad para viajar de manera eficiente por entre una multitud de flores teniendo en cuenta el valor relativo de cada flor y la distancia más corta entre ellas (para los humanos, esta es una pregunta matemática avanzada conocida como "el problema del viajante"). Las abejas tienen un lenguaje simbólico que puede proporcionar información precisa relativa a los ángulos del sol, y cada una de ellas aprende de esta información.

De hecho, no alcanzamos a entender lo adelantadas que son las sociedades de la mayoría de los animales, incluidas las termitas, las hormigas y las abejas, e intentamos negar su realidad, suponiendo que funcionan como algoritmos informáticos. En realidad, los humanos carecemos de la posibilidad de saber cómo experimenta el mundo un animal con capacidades sensoriales, motrices y cognitivas tan distintas.

La acumulación de investigaciones durante la última década muestra que el aprendizaje social está muy extendido entre muchos animales, de grandes a pequeños. Varios estudios muy recientes revelan una sólida evidencia de aprendizaje y conformismo social en monos y ballenas. 

EL APRENDIZAJE SOCIAL ESTÁ MUY EXTENDIDO 

Los científicos reconocieron por primera vez la cultura en los animales hace cerca de una década, cuando Nature publicó un artículo sobre las actividades culturales de los chimpancés. Desde entonces, el estudio de muchas especies demuestra que el aprendizaje social es un aspecto clave de la vida. Esto incluye a las aves, a las ballenas y ahora incluso a algunos insectos. 

La cultura no es fácil de definir. Aquí, la cultura será definida como la transmisión de actividades aprendidas, como el idioma, la moda, los rituales y los juegos. Cuando un grupo específico de animales desarrolla y transite estas actividades a sus crías, se considera cultura. 

LA CULTURA DE LOS PRIMATES 

Un ejemplo reciente de aprendizaje cultural en monos ocurrió cuando un grupo de macacos comenzó a lavar las patatas en un arroyo antes de comérselas. Antes de esta innovación, los macacos desenterraban las patatas y se las comían. Entonces, un inventivo macaco empezó a llevar las patatas hasta un arroyo para lavarlas, y este comportamiento acabó por extenderse por toda la colonia.

En un amplio estudio, los chimpancés revelaron 65 tipos diferentes de comportamiento con 42 muestras de innovación e imitación, que variaban según los diferentes grupos. Algunas de las diferencias conductuales se relacionaban con el miedo a los depredadores, como esconderse en lugar de construir un nido. Pero 39 de estos comportamientos eran comportamientos específicos de un grupo de chimpancés que luego pasaron a otros. Estas conductas innovadoras incluían el uso de herramientas, técnicas de construcción y tipos específicos de aseo y cortejo.

Estos comportamientos no estaban determinados genéticamente ni fueron alcanzados por medio de ensayo y error. Otros ejemplos incluyen rituales inusuales de olfateos de manos y aperturas de ojos. Un exponente de ello lo hallamos en ese chimpancé que le coge la mano a otro y la levanta para permitir que ambos se arreglen las axilas. Estos ejemplos no tuvieron ningún beneficio, pero fueron seguidos y se convirtieron en costumbre.

Los comportamientos únicos aprendidos de manera social incluyen el uso de palos, hojas, ramas y piedras para la comunicación, el juego, la búsqueda de comida, la alimentación y la relajación. Cada grupo los usó de manera diferente y los transmitió dentro del grupo.

En 2003, los orangutanes se incorporaron a esta lista a través de comportamientos lúdicos, como hacer muñecos específicos con hojas o robarse frambuesas los unos a los otros.

JUEGO CON UVAS

Otro experimento con chimpancés también mostró aprendizaje social. Se colocó una uva en una plataforma en una caja con un bloque que no permitía que cayese. Se enseñaron dos técnicas diferentes a dos chimpancés distintos. Una técnica consistía en levantar el bloque con un palo y la otro en empujar el bloque hacia atrás, permitiendo que la uva cayera.

Al regresar los dos chimpancés a sus comunidades sociales, la mayoría siguió la técnica mostrada por el chimpancé adiestrado. Algunos descubrieron por sí mismos cómo hacerlo, pero aunque descubriesen la técnica alternativa, al final se unían a los demás y practicaban la misma técnica. Empujar es una acción más natural para los monos, pero si la mayoría levanta, todos acabaran por levantar. 

LA CULTURA DE LAS AVES 

Las aves, que no tienen córtex, muestran un comportamiento avanzado que incluye aprendizaje, imitación y actividades culturales. Las aves aprenden la conducta alimenticia a través de los demás, y constantemente innovan y se adaptan al aprendizaje social.

Las palomas y los cuervos se han ajustado a la vida en las ciudades por medio de muchas adaptaciones que después han sido copiadas por el resto. Un grupo aprendió a acechar a los repartidores de leche. 

La muerte de un miembro de una bandada provocó que toda una comunidad de aves dejase lo que estaba haciendo y se quedase inmóvil durante 48 horas, sin buscar comida. Este duelo sólo ha sido apreciado en la naturaleza. (Véase el post "Death of a Bird".)

Los pájaros cantores nombran a cada uno de sus hijos con un canto específico y cada uno de ellos es reconocido con ese nombre a lo largo de toda su vida. Las aves canoras aprenden sus canciones de sus mayores. Los pinzones aprenden gramática como los humanos, escuchando a los demás. Los capuchinos japoneses emplean reglas sintácticas estrictas. Es decir, el orden en que usan los diferentes gorjeos es importante, más complejo que el lenguaje utilizado por los monos.

En un estudio en el que unas jóvenes aves fueron criadas en aislamiento, desarrollaron un canto anormal que la siguiente generación de crías aprendió como "normal". 

Muchas aves desarrollan los dialectos vocales por medio del aprendizaje social, entre ellas las aves canoras, los gorriones, los estorninos y los tordos.

Los pergoleros tratan de superarse los unos a otros construyendo artísticas entradas en sus nidos, lo que implica un uso avanzado de la perspectiva. Cuando un pergolero hace una innovación en su obra de arte, otros lo observan y tratan después de mejorarlo. 

LA MAYORÍA DE LOS ANIMALES USAN EL APRENDIZAJE SOCIAL 

Poco después de que se documentara por primera vez el aprendizaje social en los primates, se observó a las ballenas y a los delfines inventando comportamientos específicos que acababan después por transmitirse cantos, rutas específicas de migración, y modelos específicos de pesca. Los peces también aprenden de los demás cómo y dónde recolectar alimento y cómo dar respuestas específicas frente a los depredadores. Los guppys siguen a los más viejos y sabios de su red social. Los lábridos arlequines han descubierto cómo usar herramientas para romper caparazones. Uno de ellos llevó una concha hasta una piedra y luego balanceó su cabeza para golpearla. Después, otros aprendieron y emplearon esta invención. 

En la actualidad se está descubriendo la transmisión de tradiciones también entre los grillos y las abejas. En concreto, las abejas miran y aprenden de las demás los patrones de alimentación. Los suricatos utilizan el aprendizaje social para encontrar alimentos comestibles y evitar depredadores. Y es que a algunos suricatos les gusta dormir y levantarse más tarde de lo que sería conveniente para una alimentación efectiva. Las ratas aprenden socialmente el comportamiento adquirido de pelar las escamas de las piñas antes de comérselas.

CÓMO APRENDEN LOS ANIMALES 

Los animales no sólo se limitan a copiar. Algunos aprenden a partir de un lenguaje simbólico, como las abejas.

Enseñanza: muchos insectos enseñan a sus crías. Las hormigas guían a otras hasta la comida. Las orcas se amontonan para cazar pinnípedos en la orilla, y empujan a sus crías a realizar el mismo truco. Los delfines utilizan esponjas de mar para obtener comida, y enseñan a otros cómo hacerlo. Los pájaros aprenden los cantos de los mentores. 

Imitación e innovación: el loro gris Alex imitó el lenguaje humano y creó vocalizaciones. Era capaz de inventar palabras juntando nombres y creando oraciones cortas.

Conformidad: Kinji Imanishi señaló en 1950 que si los animales pudieran aprender los unos de los otros, crearían diversidad cultural a partir de las innovaciones. Sin entender a los animales, ha sido imposible saber si los animales entienden los motivos de aquellos a quienes imitan. Pero las investigaciones actuales han demostrado con nitidez que los simios imitan a partir de una plena comprensión del efecto de la conducta aprendida.

Dos estudios recientes en torno a las ballenas y los monos han demostrado que el aprendizaje y la conformidad social son muy comunes en las comunidades animales. 

LA CULTURA DE LOS CETÁCEOS 

Investigaciones previas demostraron que las ballenas, los delfines y las marsopas transmiten las técnicas de vocalización y alimentación. Las vocalizaciones se han estudiado en especial en el delfín nariz de botella, la ballena jorobada y la orca. Se ha descubierto que las ballenas se agrupan en base a dialectos vocales, y que tienen una vida y un cuidado parental muy prolongados.

Los delfines australianos enseñan a sus hijos a usar herramientas para pescar. Emplean esponjas de mar como una especie de guante a la hora de rastrear presas con su nariz. Curiosamente, los delfines utilizan esponjas raras que tengan una forma cónica que les permita introducir su nariz sin que se caiga. La mayoría de las esponjas son circulares o planas, así que deben buscar estas versiones con formas especiales. El estudio demostró que no se trata de un comportamiento genético.

Las ballenas jorobadas demuestran su cultura a escala mundial. Los miembros de un mismo grupo emplean un canto similar para aparearse, pero las preferencias van cambiando con el paso del tiempo. Una ballena innovadora creará un nuevo canto que se volverá pegadizo, tal y como ocurre con los "éxitos musicales" de los humanos. El canto viaja entonces de una población a otra. Es similar a las modas que se extienden por las sociedades humanas de todo el mundo. El estudio abarcó una década y hasta seis poblaciones de ballenas del Océano Pacífico. Un ejemplo de ello lo representa un canto que, en dos años, se extendió desde la costa oriental de Australia hasta la Polinesia Francesa. El canto fue aprendido ballena por ballena a lo largo de todo el océano. De todos los cantos, sólo uno se extendió en dirección inversa, es decir, del este hacia el oeste.

La mayoría de los cantos más populares son variaciones de éxitos anteriores que incluyen algún nuevo elemento añadido. Esto es, una vez más, muy similar a la difusión de la música popular humana. Cuando aparece el nuevo canto, la mayoría lo adopta rápidamente y se mantiene con éxito a lo largo de una temporada de cría. 

Los calderones también muestran una interesante conducta relacionada con la cercanía de los depredadores. Se observaron dos grupos diferentes, uno totalmente aislado de los depredadores y otro cercano a embarcaciones humanas que ponían en peligro a la comunidad. Se observó la enseñanza a las crías. En particular, cuando está en peligro, la comunidad sigue a los líderes y practica la natación sincronizada. Cuando están cerca de una embarcación, forman un grupo de alerta y nadan en perfecta sincronía hasta sentirse seguros. Estas ballenas permanecen en su comunidad durante toda su vida, con relaciones permanentes y sin intercambios entre grupos.

LA NUEVA TÉCNICA DE GOLPEO DE LAS BALLENAS 

La más reciente investigación muestra que las técnicas de caza de las ballenas jorobadas son conductas socialmente aprendidas. El estudio implicó casi 74.000 observaciones de ballenas durante 27 años. Cada ballena fue identificada personalmente en su llegada a un área particular de Maine. Las observaciones incluyeron 653 ballenas, cada una observada más de 20 veces. 

Allí, las ballenas utilizaron una forma inusual de recolección de comida llamada "alimentación por red de burbujas". Esta técnica, inventada por las ballenas, consiste en rodear a los peces con una nube de ballenas y burbujas hasta una ubicación central. La actividad coordinada de hasta una docena de ballenas haciendo burbujas bajo el agua confunde a los peces que nadan juntos en el centro. En la superficie se puede apreciar un círculo de burbujas que rodea y acecha a los peces. Entonces, de repente, todas las ballenas juntas se lanzan hacia arriba con la boca abierta y atrapan una gran cantidad de peces.

En 1980, los investigadores notaron una innovación. Durante la técnica de las burbujas, una ballena golpeó la superficie del agua con su cola provocando un fuerte sonido, lo que asustaba a los peces y generaba que se agolpasen aún más en el centro del círculo de burbujas. La acción fue denominada la "técnica de golpeo". Un estudio demostró que cuantos más jóvenes estaban expuestos a la técnica, mayor era la frecuencia de su uso. 

LA CONFORMIDAD DE LOS MONOS 

Otro estudio muy reciente demostró aprendizaje social en los cercopitecos verdes. En este elaborado experimento controlado, el aprendizaje social se demostró utilizando maíz de diferentes colores que los científicos ofrecían a los monos.

Cuatro grupos de monos recibieron dos bandejas de plástico con maíz teñido de azul y rosa, dos colores con los que los monos estaban familiarizados. Una de las cestas de maíz estaba impregnada con hojas de aloe, lo que hacía que su sabor fuese amargo y desagradable. En dos grupos, fueron los azules los que se volvieron amargos, y en los otros dos, los rosas. Los monos aprendieron a comer sólo el maíz con un sabor agradable.

Cuatro meses después, muchas de las crías nuevas tenían ya la edad suficiente para comer maíz, y al grupo le fueron presentadas de nuevo las cestas con los maíces rosa y azul, pero teniendo ambos esta vez un buen sabor. Durante los siguientes meses, todos los monos mantuvieron su preferencia de color inicial, sin llegar a probar jamás el maíz del otro color. Incluso cuando se unió a una nueva comunidad a los miembros de otros grupos que previamente habían comido el color alternativo, consumieron en todo momento el color elegido por su nueva comunidad.

Todos los monos residentes (excepto una cría) comieron sólo el color al que estaban acostumbrados, y los visitantes y las crías siguieron comiendo sólo los de ese color, dejando que se desperdiciara el otro maíz, que era igual de bueno. La única cría que comió el maíz opuesto ocupaba una categoría muy baja, lo que implicaba que no tuviese un fácil acceso a ninguno de los alimentos. Probó el maíz del color vetado por desesperación.

Los monos no experimentaron el comportamiento aprendido, sino que mostraron su conformidad hacia él. El único visitante que no se conformó fue un macho (entrenado a favor del color opuesto) que se convirtió al instante en el líder de su nuevo grupo y que, por lo tanto, no tuvo tiempo de observarlo.

CULTURAS ANIMALES 

No hay duda de que los animales dan muestras de aprendizaje social y cultura cuando se les permite permanecer en sus hábitats naturales. Pero la destrucción de muchos hábitats hace que la investigación de estas culturas sea cada vez más complicada.

Los animales tienen muchas habilidades que superan las de los seres humanos, por más que los humanos se destacan en tipos específicos de cognición. Se puede aprender mucho de las culturas animales, y sería deseable que los humanos dejaran de destruirlas. 

Jon Lieff, 20 de mayo de 2013.
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Traducción: Igor Sanz

Texto original: Animal Cultures
 

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