Todos los estudios
conductuales realizados con animales cautivos resultan sospechosos.
Incluso las moscas y otros insectos se comportan en condiciones
experimentales de manera diferente a como lo hacen en su hábitat
natural. Pero algunos animales son extremadamente difíciles de
estudiar en libertad, en especial cuando son mucho más rápidos
que nosotros, como las aves, o cuando son capaces de esconderse
hábilmente de nosotros, lo que es aplicable a muchos. La mayoría de
los animales saldrá corriendo cuando los humanos traten de
observarlos, por lo general con buen criterio. Aun así, los estudios
recientes demuestran una gran evidencia respecto de la existencia de
cultura entre los animales.