La propuesta de amalgamar las dos sociedades vegetarianas nacionales de Gran Bretaña con la
esperanza de que la unidad genere más fuerza, no garantiza que la
esperanza sea realizable en la práctica. Son preferibles dos
sociedades que trabajen por separado y de forma amistosa a una unión
que probablemente sería impopular para ambas partes en base a sus
antiguas y fieles inquietudes.