Resulta un tanto habitual encontrarse dentro de los ámbitos animalistas un presupuesto ideológico que hoy aparece bautizado como "gradualismo". Se aprecian en ello tanto las inclinaciones
del bienestarismo clásico como el especismo que ha impregnado siempre la atmósfera del entorno animalista. Esto es: el mero
sufrimiento como la piedra angular de una
jerarquía moral dentro de las diferentes especies animales.