RESUMEN
Es creencia popular que, en comparación con los vertebrados, los invertebrados tienen una capacidad reducida para la experiencia del sufrimiento. Esto se basa por lo general en que los invertebrados sólo muestran formas simples de aprendizaje, que tienen poca memoria, que no muestran respuestas conductuales a estímulos que en los vertebrados "superiores" provocan respuestas indicativas de dolor, y que sus diferencias fisiológicas excluyen la capacidad de sufrimiento. Pero, ¿cuán convincentes son estas "evidencias" respecto a su reducida capacidad para sufrir? El sufrimiento es un estado mental negativo —una experiencia privada— y como tal, no puede ser medida directamente. Al evaluar la capacidad de un animal para experimentar el sufrimiento, a menudo comparamos la similitud de sus respuestas con las de los animales "superiores", conceptualizadas en el principio del argumento por analogía.