RESUMEN
Algunos filósofos y científicos
influyentes han propuesto un marco, a menudo llamado
neocartesianismo, según el cual el sufrimiento animal sería tan
solo aparente. Basándose en la actual neurociencia y la filosofía
de la mente, los neocartesianos desafían la postura dominante de lo
que llamaremos continuidad evolutiva, la opinión de que los seres
humanos se encuentran en un continuo no-jerárquico con las demás
especies y que, por tanto, no es probable que sean los únicos que
experimenten la afección negativa del dolor de una forma consciente.
Argumentamos que algunos neocartesianos han malinterpretado la
ciencia subyacente o se han apropiado de forma tendenciosa de algunos
puntos de vista controvertidos dentro de la filosofía de la mente.
Discutimos pruebas recientes que refutan la tesis de una simple
correlación neuroanatómica estructuro-funcional sobre la que se
sustentan muchas de las premisas neocartesianas, estrechamente
relacionadas con una reciente controversia en torno al dolor en los
peces, y que sitúan la epistemología que subyace al debate entre el
neocartesianismo y la continuidad evolutiva en una nueva perspectiva
que refuerza la posición de la segunda.