RESUMEN
La conservación compasiva está basada
en la posición ética que parte de que las acciones tomadas para
proteger a la biodiversidad deberían estar dirigidas por la
compasión por todos los seres sintientes. Los críticos de esta
postura argumentan que hay tres razones nucleares por las que el daño
a los animales es aceptable dentro de los programas de conservación:
el principal motivo de la conservación es la protección de la
biodiversidad; la conservación ya es compasiva con los animales; y
la conservación debería priorizar la compasión hacia los humanos.
Usamos un análisis de argumentos para aclarar los valores y la
lógica subyacentes al debate en torno a la conservación compasiva.
Encontramos que el rechazo a la conservación compasiva es una
expresión del excepcionalismo humano, la visión de que los humanos
están en un nivel moral categóricamente separado y superior al de todas
las demás especies. Por el contrario, los conservacionistas
compasivos creen que la conservación debería expandir su comunidad
moral y reconocer a todos los seres sintientes como personas. La
calidad de persona, en un sentido ético, implica que el individuo
merece respeto y no debería ser tratado solamente como un medio para
fines ajenos. Si hablamos desde fundamentos científicos y éticos,
existen muy buenas razones para extender la calidad de persona a
todos los animales sintientes, particularmente en la conservación.
La exclusión moral o la subordinación de los miembros de otras
especies justifica la continua manipulación y explotación de los
seres vivos, justo la razón por la que se hizo necesario el origen
de la conservación. La aceptación de la compasión nos puede
ayudar a desmantelar el excepcionalismo humano, reconocer la personalidad nohumana y navegar un espacio moral más expansivo.