martes, 15 de diciembre de 2020

La superioridad en los animales inferiores

El hombre es un animal de una soberbia casi incorregible. Piensa que no sólo la tierra y todo lo que hay contenido en ella fueron creados para su propio beneficio, sino que también el cielo, el sol y, de hecho, todo el universo conocido fueron diseñados para su interés y bienestar.
 
El sol brilla para calentarlo; la tierra produce frutos para alimentarlo; las montañas contienen metales para servirlo; las minas producen carbón para mover sus máquinas y cocinar sus cenas. Él es la medida de todas las cosas. Lo que no le interesa, no tiene valor. De aquellas flores que no deleitan su mirada afirma, en lenguaje práctico, que "desperdician su dulzura en el aire del desierto". 
 
Si ésta es su visión de la naturaleza inanimada, al mundo vivo del que está rodeado no le presta, por supuesto, una consideración más deferente. Los animales que puede usar fueron, según su perspectiva, creados a tal fin por la mano benefactora del sumo Hacedor el caballo para tirar de sus cargas, la vaca para darle leche, el gato para matar ratones. Incluso a los animales de los que no puede hacer empleo directo los considera conectados de alguna forma misteriosa a su bienestar, ya que, de lo contrario, dice, ¿para qué habrían de existir? La opinión de aquel joven de Eton que escribió en defensa de los beagles diciendo que "la liebre por sí sola es un animal inútil, cuyo único provecho extraible es con fines de ejercicio humano", es típica de muchos.
 
El hombre es la cima, la cúspide de la creación, hacia quien Dios ha estado trabajando desde el principio de los tiempos; y cuando salga de este mundo encontrará un cielo especialmente preparado para él, donde nadie más tendrá cabida, salvo los ángeles, quienes tampoco le serán superiores, pues se habrá vuelto uno de ellos. 
 
Es un ser realmente engreído este pigmeo, cuyo conocimiento del universo se limita a lo que puede aprender o conjeturar a través de unos muy imperfectos cinco sentidos y un intelecto mísero y subdesarrollado que siempre lo conduce por el mal camino. 
 
Ernest Bell, 1927.
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Traducción: Igor Sanz

 

3 comentarios:

  1. Esto que dices se llama "Religión" y nadie os va a hacer ni puto caso, la gente pasa de mas religiones e imposiciones, y al veganismo siempre que alguien lo ha nombrado lo consideraban una religión, no es ser troll es la pura verdad.

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    1. ¿"Esto que dices"? Lo que aquí se dice fue escrito hace un siglo. Ni siquiera se menciona el veganismo en todo el texto, pues fue redactado 17 años antes de su nacimiento.

      Sí, ya se nota que algunos no prestáis "ni puto caso". Con semejante déficit de atención no me extraña que confundáis el veganismo con cualquier cosa.

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