Todos los estudios
conductuales realizados con animales cautivos resultan sospechosos.
Incluso las moscas y otros insectos se comportan en condiciones
experimentales de manera diferente a como lo hacen en su hábitat
natural. Pero algunos animales son extremadamente difíciles de
estudiar en libertad, en especial cuando son mucho más rápidos
que nosotros, como las aves, o cuando son capaces de esconderse
hábilmente de nosotros, lo que es aplicable a muchos. La mayoría de
los animales saldrá corriendo cuando los humanos traten de
observarlos, por lo general con buen criterio. Aun así, los estudios
recientes demuestran una gran evidencia respecto de la existencia de
cultura entre los animales.
En lugar de aceptar la dificultad de comprender las sociedades de los animales salvajes, la
suposición conveniente es que los humanos son superiores a todos los
demás animales. Pero, ¿es así?
Hace poco, Mark Bekoff y
yo escribimos un artículo en Psychology Today sobre el cerebro de los pájaros, las
lagartijas y las abejas, demostrando capacidades avanzadas en
cerebros muy pequeños y carentes de córtex. Estos animales tienen
estructuras cerebrales completamente diferentes de las de los humanos
—un
tronco encefálico que realiza las funciones del hipocampo y la
corteza frontal utilizando neuronas similares a las humanas.
Muchos de los talentos
y comportamientos de los animales superan las capacidades humanas. Un
ejemplo lo hallamos en la capacidad que tienen las abejas para volar a lo largo
de muchas millas de terreno recordando puntos de referencia con
precisión. Otro ejemplo lo es su facultad para viajar de manera
eficiente por entre una multitud de flores teniendo en cuenta el
valor relativo de cada flor y la distancia más corta entre ellas
(para los humanos, esta es una pregunta matemática avanzada conocida
como "el problema del viajante"). Las abejas tienen un
lenguaje simbólico que puede proporcionar información precisa
relativa a los ángulos del sol, y cada una de ellas aprende de esta
información.
De hecho, no alcanzamos a entender lo adelantadas
que son las sociedades de la mayoría de los animales, incluidas las
termitas, las hormigas y las abejas, e intentamos negar su realidad,
suponiendo que funcionan como algoritmos informáticos. En realidad,
los humanos carecemos de la posibilidad de saber cómo experimenta el
mundo un animal con capacidades sensoriales, motrices y cognitivas
tan distintas.
La acumulación de
investigaciones durante la última década muestra que el aprendizaje
social está muy extendido entre muchos animales, de grandes a
pequeños. Varios estudios muy recientes revelan una sólida evidencia
de aprendizaje y conformismo social en monos y ballenas.
EL
APRENDIZAJE SOCIAL ESTÁ MUY EXTENDIDO
Los científicos
reconocieron por primera vez la cultura en los animales hace
cerca de una década, cuando Nature publicó un artículo
sobre las actividades culturales de los chimpancés. Desde entonces,
el estudio de muchas especies demuestra que el aprendizaje social es
un aspecto clave de la vida. Esto incluye a las aves, a las ballenas
y ahora incluso a algunos insectos.
La cultura no es
fácil de definir. Aquí, la cultura será definida como la
transmisión de actividades aprendidas, como el idioma, la moda, los
rituales y los juegos. Cuando un grupo específico de animales
desarrolla y transite estas actividades a sus crías, se considera
cultura.
LA
CULTURA DE LOS PRIMATES
Un ejemplo
reciente de aprendizaje cultural en monos ocurrió cuando un grupo de
macacos comenzó a lavar las patatas en un arroyo antes de
comérselas. Antes de esta innovación, los macacos desenterraban las
patatas y se las comían. Entonces, un inventivo macaco empezó a
llevar las patatas hasta un arroyo para lavarlas, y este
comportamiento acabó por extenderse por toda la colonia.
En
un amplio estudio, los chimpancés revelaron 65 tipos diferentes de
comportamiento con 42 muestras de innovación e imitación, que variaban según los diferentes grupos. Algunas de las diferencias
conductuales se relacionaban con el miedo a los depredadores, como
esconderse en lugar de construir un nido. Pero 39 de estos comportamientos
eran comportamientos específicos de un grupo de chimpancés que luego pasaron a otros. Estas conductas innovadoras incluían el uso de herramientas, técnicas
de construcción y tipos específicos de aseo y cortejo.
Estos
comportamientos no estaban determinados genéticamente ni fueron
alcanzados por medio de ensayo y error. Otros ejemplos incluyen
rituales inusuales de olfateos de manos y aperturas de ojos. Un
exponente de ello lo hallamos en ese chimpancé que le coge la mano a otro y
la levanta para permitir que ambos se arreglen las axilas. Estos
ejemplos no tuvieron ningún beneficio, pero fueron seguidos y se
convirtieron en costumbre.
Los comportamientos únicos
aprendidos de manera social incluyen el uso de palos, hojas, ramas y
piedras para la comunicación, el juego, la búsqueda de comida, la
alimentación y la relajación. Cada grupo los usó de manera
diferente y los transmitió dentro del grupo.
En 2003, los
orangutanes se incorporaron a esta lista a través de comportamientos
lúdicos, como hacer muñecos específicos con hojas o robarse
frambuesas los unos a los otros.
JUEGO CON UVAS
Otro experimento con
chimpancés también mostró aprendizaje social. Se colocó una uva
en una plataforma en una caja con un bloque que no permitía que
cayese. Se enseñaron dos técnicas diferentes a dos chimpancés
distintos. Una técnica consistía en levantar el bloque con un palo
y la otro en empujar el bloque hacia atrás, permitiendo que la uva
cayera.
Al regresar los dos chimpancés a sus comunidades
sociales, la mayoría siguió la técnica mostrada por el chimpancé
adiestrado. Algunos descubrieron por sí mismos cómo hacerlo, pero
aunque descubriesen la técnica alternativa, al final se unían a los
demás y practicaban la misma técnica. Empujar es una acción más
natural para los monos, pero si la mayoría levanta, todos acabaran
por levantar.
LA
CULTURA DE LAS AVES
Las palomas y los cuervos se
han ajustado a la vida en las ciudades por medio de muchas
adaptaciones que después han sido copiadas por el resto. Un grupo
aprendió a acechar a los repartidores de leche.
La muerte de un
miembro de una bandada provocó que toda una comunidad de aves dejase
lo que estaba haciendo y se quedase inmóvil durante 48 horas, sin
buscar comida. Este duelo sólo ha sido apreciado en la naturaleza.
(Véase el post "Death of a Bird".)
Los pájaros
cantores nombran a cada uno de sus hijos con un canto específico y
cada uno de ellos es reconocido con ese nombre a lo largo de toda su
vida. Las aves canoras aprenden sus canciones de sus mayores. Los
pinzones aprenden gramática como los humanos, escuchando a los
demás. Los capuchinos japoneses emplean reglas sintácticas estrictas. Es decir, el orden en que usan los diferentes gorjeos es
importante, más complejo que el lenguaje utilizado por los
monos.
Muchas aves desarrollan los dialectos vocales por medio del
aprendizaje social, entre ellas las aves canoras, los gorriones, los
estorninos y los tordos.
Los pergoleros tratan de superarse
los unos a otros construyendo artísticas entradas en sus nidos, lo que
implica un uso avanzado de la perspectiva. Cuando un pergolero hace
una innovación en su obra de arte, otros lo observan y tratan
después de mejorarlo.
LA
MAYORÍA DE LOS ANIMALES USAN EL APRENDIZAJE SOCIAL
Poco después de
que se documentara por primera vez el aprendizaje social en los
primates, se observó a las ballenas y a los delfines inventando
comportamientos específicos que acababan después por transmitirse —cantos,
rutas específicas de migración, y modelos específicos de pesca.
Los peces también aprenden de los demás cómo y dónde recolectar
alimento y cómo dar respuestas específicas frente a los
depredadores. Los guppys siguen a los más viejos y sabios de su red
social. Los lábridos arlequines han descubierto cómo usar
herramientas para romper caparazones. Uno de ellos llevó una concha
hasta una piedra y luego balanceó su cabeza para golpearla. Después,
otros aprendieron y emplearon esta invención.
En la actualidad se está descubriendo la transmisión de tradiciones también entre los grillos y las abejas. En concreto, las abejas miran y aprenden
de las demás los patrones de alimentación. Los suricatos utilizan
el aprendizaje social para encontrar alimentos comestibles y evitar depredadores. Y es que a algunos suricatos les gusta dormir y
levantarse más tarde de lo que sería conveniente para una
alimentación efectiva. Las ratas aprenden socialmente el
comportamiento adquirido de pelar las escamas de las piñas antes de
comérselas.
CÓMO
APRENDEN LOS ANIMALES
Los animales no
sólo se limitan a copiar. Algunos aprenden a partir de un lenguaje
simbólico, como las abejas.
Enseñanza: muchos insectos enseñan a sus crías. Las hormigas guían a otras
hasta la comida. Las orcas se amontonan para cazar pinnípedos en la
orilla, y empujan a sus crías a realizar el mismo truco. Los
delfines utilizan esponjas de mar para obtener comida, y enseñan a
otros cómo hacerlo. Los pájaros aprenden los cantos de los
mentores.
Imitación e
innovación: el loro gris Alex imitó
el lenguaje humano y creó vocalizaciones. Era capaz de inventar
palabras juntando nombres y creando oraciones cortas.
Conformidad: Kinji Imanishi señaló en 1950 que si los animales pudieran aprender
los unos de los otros, crearían diversidad cultural a partir de las
innovaciones. Sin entender a los animales, ha sido imposible saber si
los animales entienden los motivos de aquellos a quienes imitan. Pero
las investigaciones actuales han demostrado con nitidez que los simios
imitan a partir de una plena comprensión del efecto de la conducta
aprendida.
Dos estudios recientes en torno a las ballenas y los monos
han demostrado que el aprendizaje y la conformidad social son muy
comunes en las comunidades animales.
LA CULTURA DE
LOS CETÁCEOS
Investigaciones
previas demostraron que las ballenas, los delfines y las marsopas
transmiten las técnicas de vocalización y alimentación. Las
vocalizaciones se han estudiado en especial en el delfín nariz de
botella, la ballena jorobada y la orca. Se ha descubierto que las
ballenas se agrupan en base a dialectos vocales, y que tienen una
vida y un cuidado parental muy prolongados.
La mayoría de los cantos más
populares son variaciones de éxitos anteriores que incluyen algún
nuevo elemento añadido. Esto es, una vez más, muy similar a la
difusión de la música popular humana. Cuando aparece el nuevo
canto, la mayoría lo adopta rápidamente y se mantiene con éxito a
lo largo de una temporada de cría.
Los calderones también
muestran una interesante conducta relacionada con la cercanía de los
depredadores. Se observaron dos grupos diferentes, uno totalmente
aislado de los depredadores y otro cercano a embarcaciones humanas
que ponían en peligro a la comunidad. Se observó la enseñanza a
las crías. En particular, cuando está en peligro, la comunidad
sigue a los líderes y practica la natación sincronizada. Cuando
están cerca de una embarcación, forman un grupo de alerta y nadan
en perfecta sincronía hasta sentirse seguros. Estas ballenas
permanecen en su comunidad durante toda su vida, con relaciones
permanentes y sin intercambios entre grupos.
LA
NUEVA TÉCNICA DE GOLPEO DE LAS BALLENAS
Allí, las
ballenas utilizaron una forma inusual de recolección de comida
llamada "alimentación por red de burbujas". Esta técnica,
inventada por las ballenas, consiste en rodear a los peces con una
nube de ballenas y burbujas hasta una ubicación central. La
actividad coordinada de hasta una docena de ballenas haciendo
burbujas bajo el agua confunde a los peces que nadan juntos en el
centro. En la superficie se puede apreciar un círculo de burbujas
que rodea y acecha a los peces. Entonces, de repente, todas las
ballenas juntas se lanzan hacia arriba con la boca abierta y atrapan
una gran cantidad de peces.
En 1980, los investigadores
notaron una innovación. Durante la técnica de las burbujas, una
ballena golpeó la superficie del agua con su cola provocando un
fuerte sonido, lo que asustaba a los peces y generaba que se
agolpasen aún más en el centro del círculo de burbujas. La acción
fue denominada la "técnica de golpeo". Un estudio demostró
que cuantos más jóvenes estaban expuestos a la técnica, mayor era
la frecuencia de su uso.
LA
CONFORMIDAD DE LOS MONOS
Otro estudio muy reciente demostró aprendizaje social en los cercopitecos verdes.
En este elaborado experimento controlado, el aprendizaje social se
demostró utilizando maíz de diferentes colores que los científicos
ofrecían a los monos.
Cuatro
meses después, muchas de las crías nuevas tenían ya la edad
suficiente para comer maíz, y al grupo le fueron presentadas
de nuevo las cestas con los maíces rosa y azul, pero teniendo
ambos esta vez un buen sabor. Durante los siguientes meses, todos los
monos mantuvieron su preferencia de color inicial, sin llegar a
probar jamás el maíz del otro color. Incluso cuando se unió a una
nueva comunidad a los miembros de otros grupos que previamente habían
comido el color alternativo, consumieron en todo momento el color
elegido por su nueva comunidad.
Los monos no experimentaron el
comportamiento aprendido, sino que mostraron su conformidad hacia él.
El único visitante que no se conformó fue un macho (entrenado a
favor del color opuesto) que se convirtió al instante en el líder
de su nuevo grupo y que, por lo tanto, no tuvo tiempo de
observarlo.
CULTURAS ANIMALES
Los animales tienen muchas habilidades
que superan las de los seres humanos, por más que los humanos se
destacan en tipos específicos de cognición. Se puede aprender mucho
de las culturas animales, y sería deseable que los humanos dejaran
de destruirlas.
Jon Lieff, 20 de mayo de 2013.
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Traducción: Igor Sanz
Texto
original: Animal Cultures
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