«Desgraciadamente, el mundo nunca se hará vegano. El único camino que nos queda es intentar conseguir un trato humanitario para los animales.»
He escucha con frecuencia distintas versiones de este
comentario por parte de veganos convencidos de que «lo
mejor que podemos hacer»
es apoyar campañas monotemáticas de bienestar animal, por lo que me
siento en la obligación de articular una respuesta.
Discrepo respetuosamente con esta
creencia miope. Tiempo atrás, se creía que la Tierra era plana, que
los humanos no serían capaces de atravesar miles de kilómetros en
pocas horas a bordo de grandes tubos voladores (¡con servicios de
bebidas y cuartos de baño!), que las mujeres no obtendrían
nunca el derecho al voto y que las personas de color serían siempre
esclavas de los blancos. Se han dado vuelos espaciales tripulados,
aterrizajes lunares y exploraciones interplanetarias, todo ello visto
como «imposible»
no hace tanto tiempo, y todo ello hecho realidad gracias a gente que creyó en su posibilidad y trabajó hasta materializarla (y
todo ello considerado como una gran mentira por algunos, pero esa es
otra historia). La autocomplacencia, la desidia y la aceptación
ciega de lo inaceptable impiden el progreso real. Dado que apenas nos
movemos en la periferia de nuestra propia comprensión, tanto a nivel
individual como colectivo, es imperioso que miremos y avancemos en
dirección a aquello que puede ser en lugar de fijar la vista
en lo que ha sido y quedarnos anclados en el lugar en el que
estamos, o peor aún, deslizarnos hacia atrás por una resbaladiza
pendiente de regresión. Que los activistas veganos se conformen con
recoger la fruta caída al suelo es indicativo de una ambición
paupérrima, y tal postura es, o al menos debería ser, inaceptable
en el seno de cualquier movimiento de justicia social —especialmente
en uno en el que están en juego miles de millones de vidas anuales—.
Aun en el caso de que fuéramos
incapaces de desprendernos de la creencia de que el mundo nunca será
vegano, ¿de qué modo nos legitima eso, como individuos o
como colectivo, a continuar fomentando y apoyando un sistema mundial
de opresión y explotación violentas contra el colectivo más
vulnerable de nuestra sociedad global: los
individuos nohumanos? La respuesta es que no lo hace.
Por desgracia, es bastante probable que los humanos no dejen
nunca de violar y asesinar a otros humanos, tal y como han hecho
desde el principio de los tiempos, pero no es presumible que nadie
vaya a abogar por violaciones «más
amables» y asesinatos
«más humanitarios»
con base en esa terrible probabilidad. Cuando creemos que un
comportamiento es moralmente inaceptable, abogamos por su abolición,
no por formas «más amables» de perpetuar la misma injusticia. Esto último sólo sirve para que los
autores y beneficiarios de la injusticia se sientan mejor a la hora
de recoger los frutos de su tiranía voluntaria.
Sepan ustedes esto: cualquier
uso de los animales al que se le haya dado la deleitosa etiqueta de
«humanitario»
e implique cualquier forma de esclavitud que resulte en
arrebatarles la vida a esos animales, ha sido deliberadamente
distorsionado a través de un aparato propagandístico diseñado para
empujar a los consumidores a separarse tanto de su dinero como de su
moral. Es, en definitiva, un engaño. Hasta el más bondadoso
propietario de esclavos sigue siendo un propietario de esclavos, y la
esclavitud siempre está mal. Los únicos que pueden defender
lo contrario son quienes se benefician personalmente de la
esclavitud. No se aboga por unas condiciones de esclavitud «mejores»
—se aboga y se lucha por
su fin, porque, como bien señala un dicho que se remonta hasta al menos el siglo XIX, no hay manera correcta de hacer lo
incorrecto—.
¿CÓMO PODEMOS CREAR UN MUNDO
VEGANO?
Implicarse en una educación
vegana abolicionista clara, firme e inequívoca, ya sea a título
individual o colectivo, es embarcarse en la tarea de disolver el especismo y fijar el proyecto de tratar a todos los
individuos así como queremos que nos traten a nosotros —con
equidad, con justicia y con derecho a vivir nuestras vidas con
autonomía, libres de la opresión de «otros»
con más poder que nosotros—. Eso es mucho más eficaz que todas
esas campañas que se afirman pensadas en los intereses de los animales
pero cuyo verdadero propósito es servir a intereses propios a través
de interminables autopromociones, solicitudes de donativos y
extinciones de pequeños incendios que ignoran de forma deliberada la
principal fuente de un fuego que lleva siglos calcinando el mundo
hasta sus cimientos. Téngase en cuenta lo siguiente:
«La frecuencia e hipérbole de la retórica de los "¡Éxitos!" y las "¡Victorias!" en relación al trato a nuestras víctimas nohumanas es tal, que se asume que el uso de los animales "no es para tanto" y que aquellos que abogan por su fin total son unos exagerados, unos "extremistas" o unos "locos".
Al permitirnos pensar de esta manera, les hacemos el juego tanto a las industrias de la muerte como a muchos colectivos de "bienestar" que se lucran causando, fomentando y apoyando la violencia y el derramamiento de sangre. Nos dejamos hipnotizar por ese discurso de "todo está regulado", "todo se hace de forma humanitaria", "piensa en todas nuestras victorias", "haznos un donativo y sigue como hasta ahora".
Como consecuencia, nos sentimos mucho mejor con respecto a nuestro uso y consumo de individuos sintientes como mercancías y recursos; nos sentimos reconfortados por la tranquilizadora fe de que nuestras donaciones representan todo lo que está en nuestras manos; cualquier amago de inquietud que nuestra conciencia hubiera podido tener se ve inmediatamente apaciguado y silenciado.» —extraído del blog There's an Elephant in the Room.
Por desgracia, trabajar por la
reducción del sufrimiento de los animales en lugar de hacerlo
por la supresión de su uso (sello de marca de las
organizaciones de bienestar/protección animal) trae consigo un
efecto de lo más indeseable: que los no veganos (y que nadie se
confunda, esto incluye a los vegetarianos) sigan comiendo,
vistiendo y usando animales, sólo que ahora con la conciencia más
tranquila y sin ninguna razón ni propósito para renunciar a ello. ¿Por
qué habrían de hacerlo cuando, en lugar de ser mostrada
honestamente como la injusticia que es, la atrocidad de la ganadería
se representa como algo «humanitario»
y sus víctimas como «felices»?
BIENESTARISMO = CONCESIÓN
Una vez, escuché a un alcohólico¹
rehabilitado decir que, antes de alcanzar la sobriedad, sus años
consumiendo alcohol habían pasado por tres etapas diferentes:
- Etapa I - Diversión
- Etapa II - Diversión con consecuencias
- Etapa III - Sólo consecuencias
Cuando se desea que un ser querido deje de beber, resulta contraproducente ofrecerle la posibilidad de tomar un camino en el que pueda continuar su comportamiento autodestructivo pero mitigando el dolor y el malestar emocional asociado al alcoholismo y gozando de un colchón mullido en el que caer. ¿Por qué habría de dejar la bebida cuando se le está brindando la posibilidad de sentirse bien y no sufrir consecuencias perniciosas? El resultado neto de ese tipo de concesiones es claro: continuación y aumento de los comportamientos alcohólicos.
El bienestarismo es una concesión
a gran escala, y las corporaciones de bienestar/protección animal
complican en mucho una verdadera e inequívoca defensa del
veganismo por medio de unas distorsiones y unos engaños deshonestos y deliberados. El abolicionismo es una interferencia que (a)
desafía la autocomplacencia de unos veganos alineados con el
bienestarismo y (b) expone la flagrante hipocresía de aquellas
corporaciones bienestaristas dedicadas a mentir a todos, veganos y no
veganos, por igual.
«¡LOS
VEGANOS SE CREEN MUY ESPECIALES!»
Ser
vegano no lo hace a uno «especial»
—sólo implica que
aquellos que viven de un modo vegano no pagan a gente para que dañe
y mate a otros en honor de su placer, su comodidad y su conveniencia,
cosa que también hacen la mayoría de personas no veganas, excepto
cuando las víctimas no son humanas—.
En estos casos, el especismo se convierte en una postura
predeterminada que empuja a los no veganos a girarse y dar la espalda
a sus propios principios éticos y morales en aras de un ejercicio de
autocomplacencia.
¿DICES QUERER UNA REVOLUCIÓN
VEGANA?
Si queremos un mundo vegano, tenemos que
trabajar para lograrlo, y el plan para ello es éste:
Cuanto
antes se comprometan los veganos a ofrecerle una educación vegana clara, coherente e inequívoca al público no vegano, antes
podremos conseguir aquello que todos deseamos: un mundo vegano.
Pensemos en este sencillo cálculo: ahora mismo hay millones de
veganos en todo el planeta; si cada una de estas personas lograra que
cuando menos una persona abrazase el veganismo,
y cada uno de estos nuevos veganos lograra lo mismo con cuando
menos una persona más, el número de veganos crecería de
un modo exponencial y pronto se alcanzaría un punto de inflexión
crítico.
Vive vegano. Educa a otros. Empieza
ya mismo.
Keith Berger, 7 de febrero de
2017.
NOTA DEL TRADUCTOR
1 – La
analogía con los personas alcohólicas no es aleatoria. El autor
lleva años brindando ayuda profesional a víctimas de
drogodependencia y alcoholismo.
_______________________________________
Traducción: Igor Sanz
Texto original: Challenging Our Complacency
Traducción: Igor Sanz
Texto original: Challenging Our Complacency
Muchas gracias por la traducción de Berger, Igor. El paralelo con el alcoholismo es muy interesante.
ResponderEliminarA menudo me pregunto cómo las personas adictas al tabaco, al alcohol u otras sustancias adictivas logran superar sus adicciones.
Creo, según los testimonios que he recibido, que en general los enfoques graduales no funcionan bien y que los radicales, de un día para otro, funcionan mejor.
¿Tienes algún conocimiento sobre este tema? ¿Existen metaanálisis para darnos una opinión definitiva sobre este tema?
La respuesta a esta pregunta puede resultarnos útil para desacostumbrar a las personas de la creencia especista y a los efectos de hábitos y dependencias que puede conllevar.
Hola, Jérémie.
EliminarUn gusto verte por aquí de nuevo.
Keith tiene textos muy buenos, sí.
Lo que comentas pertenece al terreno de la psicología y la sociología. Casey Taft tiene buen material a ese respecto. Y así a bote pronto se me ocurren también algunos trabajos relacionados de Peter Preisendörfer, Andreas Diekmann, Corey Wreen, John Thøgersen, Folke Olander o Tom Crompton.
Un saludo.
Hola Igor,
ResponderEliminarGracias por tu respuesta.
Sí, el trabajo de Taft es muy interesante, pero no parece haber visto ninguna informaciones específicas sobre la mejor manera de dejar un hábito. ¿Deberíamos hacerlo gradualmente, reduciendo gradualmente las frecuencias o parando repentinamente y nunca retroceder?
Por supuesto, sea cual sea la respuesta, siempre deberíamos promover el veganismo y nada menos, pero aun así me parece interesante en el aspecto psicológico (no moral) del cambio de hábitos.
Gracias por las muchas referencias que me cita.
Hasta pronto,
Jérémie
Cuántas violaciones humanas hay por día? Cuántos animales se asesinan por día? Cuántas personas consumen animales por día? Usted escribe: "Cuando creemos que un comportamiento es moralmente inaceptable, abogamos por su abolición".... Claro que si!!!!! Pero cuántos humanos en el mundo entero lo piensan y lo practican? Desde el ganadero o dueño de una industria, hasta la persona que compra en la carnicería... La verdad es que no se si es "más amable" o para que los asesinos se sientan mejor, etc. Lo único que yo sé, es que todos los días siguen y seguirán muriendo miles de millones de animales, tratados de una manera terrible, haciéndoles cosas que de solo verlas me dan ganas de abandonar éste mundo ya, y por más que quiera un mundo justo para ellos y ellas, la realidad es que todos los ejemplos que usted da, son ejecutados por pequeños grupos, mucho más reducidos, de los que explotan a los animales, en toda su maldita cadena mundial. El bienestarismo es engaño, estoy de acuerdo! Es mentir y engañar a la gente, nadie lo duda! https://youtu.be/gfpqyOEVVDE?si=n5HfK0LcZiAHt92w
ResponderEliminarPero mejorar las condiciones terribles a las que son sometidos los animales todos los días en las explotaciones, cuando ya no hay manera de "salvarlos", porque el poder es inmenso, eso es bienestarismo? La muerte humanitaria, es mentira, claro que si, y no existe lo correcto en lo incorrecto, pero tampoco debería existir dentro de lo incorrecto, la barbarie, lo innecesario, lo diabólico, llevado a cabo por humanos espantosos y terriblemente malignos! Curar un enfermo terminal? Cómo se hace? (soy enfermera paliativa). Entonces, lo dejo que muera con dolor? Ante la realidad, controlar las explotaciones, cuando "en éste momento" NO EXISTE una abolición, por más que se siga educando y luchando por la causa, me parece que significa "ayudar a los pobrecitos explotados" y de ninguna manera estoy alejándome de la causa, porque lo veo como dos cosas distintas!!! Nadie me va a negar, que la abolición es una causa futura..., y no digo utopía, ojo, creencia miope???? Nah, no me lo diga. Si estoy equivocada, por favor, que alguien me lo explique entonces! Pararme delante de una góndola de lácteos, y activar con personas que compran, segundo a segundo, es totalmente devastador, catastrófico! Soy vegana desde los cuatro años, es algo "innato en mi ser", porque nadie me explicó nunca nada, al contrario, me banqué muchos cachetazos de chiquita.
Y siempre luchando, activando, explicando, publicando, todo lo más puedo, por la justicia de los no humanos. Pero no me vengan a decir que en los mataderos no ocurren cosas "diabólicas", totalmente innecesarias, (tirar a cerdos, perros, en piletas de agua hirviendo???), y nadie los ayuda, NADIE, o muy pocos, porque con éste tema del bienestarismo, se confunden las cosas! Ej: El Pozo, (España), cerdos, y díganme si a esos pobre animales no hay que ayudarlos!! Como hace Igualdad Animal, llevar ante la justicia a los asesinos responsables? Y, ustedes van a decir, pero eso no es la causa, no es abolición.... y sí, ya lo sé, entonces, nuevamente, que se hace con esos cerdos? Y es sólo un ejemplo de millones. Los perros de oriente, (campaña llevada muy bien por Four Paws), y como éstos ejemplos, miles más!"!! Nada tiene que ver con el trato humanitario!!!!!! Todos los días trato de sumar veganos a éste maldito mundo, pero me parece que usted se está olvidando de los humanos que no tienen ningún interés en dejar de comer animales, de usar ropa de cuero, etc. Falta mucha información, mucha gente NO TIENE LA MENOR IDEA de lo que está pasando, no saben ! Soy María Gabriela Barrera, (Facebook), soy Argentina, no soy filósofa, una simple enfermera, y sigo leyendo, me encanta Luis Tovar, y me falta un montón, pero sigo y sigo informándome, un abrazo a todos y perdón si estoy tan equivocada, y go vegan https://www.facebook.com/reel/801432075328339